Por Hermanas de la Providencia.
“Pasó haciendo el bien” (Hch. 10, 38).
Además de su destacada labor en educación como profesora, directora y responsable provincial del Ministerio de Educación de la Provincia, se desempeñó como Superiora en las comunidades de Los SSCC de La Serena, del Liceo Santa Clara, del Liceo Santa Teresita de Llo-lleo y del Colegio Santa Rosa. Fue elegida como Consejera Asistenta del Consejo Provincial entre 1988 y 1990; y también, desde 1991 a 1996, como Consejera Tesorera Provincial. En la elección del año 2010 fue nuevamente elegida para conformar el Consejo Provincial, como Asistenta, cargo paralelo a la Sub-Dirección del Colegio Santa Rosa y Superiora de la misma comunidad, los que desempeñó hasta su muerte.
Tras su dolorosa partida para quienes le conocimos, nos queda el recuerdo de su risa franca y directa, su apoyo incondicional, su consejo oportuno y esa forma tan particular de dar ánimo, la que hacía que la persona se levantara con prestancia y decisión, al sentir que tenía su apoyo.
Siempre fue alegre, trabajadora, dinámica, con una mirada positiva frente a la vida y un corazón lleno de esperanza. Era una hermana sociable, amistosa y querida por todos, destacaba por su sentido del humor, su trato afable, su humanidad y su profundo cariño por la Congregación.
Le tocó convivir con el cáncer desde muy joven, pero valerosa como era, no se amilanó y mantuvo siempre una actitud de fortaleza interior y entrega, que buscaba en todo lo mejor para quienes la rodeaban.
Encarnó en el día a día el Carisma y la Espiritualidad de nuestra Congregación, con una actitud vital de compasión y misericordia, siempre dispuesta a servir donde fuese necesario, con sencillez y discreción, sin mediar sacrificio de tiempo y sin distinción de personas.
Agradecemos a la amorosa Providencia de Dios que nos regaló a hermana Cecilia y a ella por haber pasado haciendo el bien en medio nuestro.
Hermana Cecilia, descansa en paz y ora por nosotras.