Ocho exalumnas que pasaron por las aulas del Colegio Santa Rosa visitaron el pasado 30 de agosto la comunidad Bernarda Morin para ver a las hermanas y participar en la Misa donde se recordó a Hna. Claudia Vargas y Hna. San José (Silvia) Riquelme.
Posterior a la misa, las visitantes desearon saludar a todas las hermanas en el Hall de la comunidad, donde además de palabras de cariño y agradecimiento a la Provincia y hermanas, entonaron bellos cantos de su juventud y paso por el colegio.
Las exestudiantes pertenecieron a las generaciones que egresaron los años 56 y 57, habiendo también residido algunas en el internado del colegio. Por ello, recuerdan con gran cariño a muchas hermanas de la Providencia, que fueron muy importantes en sus vidas, al convertirse en verdaderas orientadoras, consejeras y amigas.
María Angélica Zamorano recuerda con especial cariño a Hna. San José, quien les despertaba bien temprano en la mañana con una oración para bendecir al Señor. “Teníamos una formación de dar gracias al Señor cada día y por lo mismo, luego del internado, ninguna más pudo acostumbrarse a despertar tarde”, cuenta riendo.
Amparo Escalona, quien llegó acompañada de su hijo Mauricio Flores que ayuda a organizar el grupo a través de WhatsApp, también recuerda con cariño los que denomina sus “mejores años de educación y juventud”. Además de Hna. San José, mantiene siempre presente en sus oraciones a Madre Francisca, Madre Vitalia, Madre Gerardina y Madre Esperanza, ya que “el colegio y las Hermanas de la Providencia configuraron mi formación espiritual”, señala; formación que trata de mantener en su familia de 8 hijos, 17 bisnietos y dos bisnietos. Por su esposo fallecido recientemente, Sr. José Pablo Flores Escalona, también se pidió en la misa.
Una de las principales organizadoras del grupo, Carla Passalacqua, también fue parte de la comitiva. La Sra. Carla es muy conocida por las hermanas de la Provincia ya que su agencia PassTours ayuda en la organización de muchos viajes al extranjero. Cuenta que luego de un viaje de estudios que hizo cuando estaba en el Colegio nunca más paró de viajar. “Me mantuve muy cercana a las hermanas después de terminar el colegio. En mitad de la universidad me fui a vivir a Roma pero siempre estuve en contacto con la Congregación”, indica.
Hna. Jaquelina Juárez, superiora de la comunidad, agradeció a las exalumnas su agradable visita y les invitó en una próxima oportunidad a compartir nuevamente con todas las hermanas.
