16 de julio de 2013 – Buscando resguardar de mejor manera la valiosa documentación que nuestra congregación tiene en su archivo provincial, hemos iniciado un proceso que supone a futuro ser parte del Censo del Archivo Nacional Histórico, lo que traerá una serie de beneficios al momento de administrar este tesoro, que es parte de la historia eclesial y social de nuestro país.
Para comenzar los trámites nuestra congregación tomó contacto con la Dra. Emma de Ramón, Coordinadora del Archivo Nacional Histórico (ANH), quien además de alentarnos en la tarea de velar por la documentación existente, nos ofreció ayuda propia y de la institución. “Ser parte del fomento del patrimonio cultural del país es el objetivo principal del Archivo, y si bien se consideran como prioridad las instituciones públicas, las Congregaciones siempre tienen material histórico que es muy importante publicitar”, subrayó.
Para Emma de Ramón la maravilla de estos archivos, que datan de mediados del Siglo 19, radica en que nos vinculan con el tiempo, ya que sirven para “proyectarse hacia el futuro y seguir la línea que las fundadoras y las diferentes Hermanas, cada una en su tiempo, han ido proponiendo”. Por su parte, el Bibliotecario de la Unidad de Clasificación e Inscripción del Archivo Nacional y Coordinador General del Proyecto de Censo de Archivos Nacionales, Andrés Danove, comparte esta visión, indicando que “conocer nuestra historia nos contextualiza, nos da a conocer el por qué estamos acá. Por eso es valioso el trabajo con la documentación, puesto que da cuenta de quienes somos”.
Respecto a los beneficios que este proceso supone para la congregación, aclara Danove que “el Archivo ofrece asesoría. La idea no es centralizar todo, como los papeles o las pinturas, sino velar porque quienes los tengan lo hagan en buenas condiciones”.
El interés por resguardar de mejor manera los documentos que nuestra congregación posee en sus archivos nace luego del trágico incendio que en enero de 2011 arrasó con nuestra histórica Iglesia de Providencia y sus dependencias adyacentes, incluido el Museo de Madre Bernarda, lo que que supuso una pérdida invaluable de nuestro patrimonio e historia.
