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Hermanas de la Providencia

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Casa Provincial:

+ 56 2 2205 5947 comunicaciones @providenciasp.cl

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Terranova 140, Providencia, Santiago, Chile.

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Lunes a viernes de 9:00 a 13:30 hrs. y de 14:30 a 18:00 hrs.

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Lunes a viernes de 9:00 a 13:30 hrs. y de 14:30 a 17:00 hrs.

Seguimos con el voluntariado para levantar viviendas en Valparaíso

VoluntariadoValpoCabecera

4 de agosto de 2014 – Aprendiendo en el camino, con la colaboración anónima y generosa de muchas personas e instituciones, entre el jueves 24 y el domingo 27 de julio continuamos con la entrega y levantamiento de viviendas para algunas familias de los cerros siniestrados en Valparaíso.

No podemos dejar de mencionar los sentimientos encontrados que produce el poder solidarizar y ayudar en un momento tan necesario, donde pasada la noticia, quedan las necesidades postergadas, cuando aún son miles las personas damnificadas por el incendio, que además han sufrido históricamente del empobrecimiento fruto de la injusticia y la desigualdad.

Quisiéramos agradecer a cada persona que se ha sumado a esta iniciativa. Lamentamos que tal vez se nos queden nombres extraviados, sin embargo, Dios sabe todo el bien hecho y lo bendice.

Entre l@s voluntari@s agradecemos a las y los profesores de Santa Clara y Providencia de Maipú; Catequistas de Nuestra Señora Misionera de Renca; voluntarios del Instituto Nacional de la Juventud de Valparaíso; el personal y la comunidad de la Casa de la Providencia; Hermanas Liliana, Mónica y Nancy; Carlitos y Cristina (trabajadores de Santa Rosa que han estado desde el inicio); José, Susana, Helga, Denis, Manuel y muchas personas más.

Mención especial para la Concejala de Valparaíso, Zuliana Araya, y para el Comando del Senador Lagos Weber, particularmente a su colaborador Víctor Tapia, por toda la colaboración prestada consiguiendo transporte, herramientas y hasta ayudando en el trabajo.

A continuación les compartimos algunos testimonios de voluntarios:

Gerardo (jefe de Alejandro, quien es uno de los beneficiarios de las viviendas): Él está súper mal, no tiene nada, está viviendo en una mediagua, como 7 personas, entonces igual hay que ayudar, simplemente hay que ayudar. Para mí ha sido súper gratificante, porque igual poder ayudarlos te hace sentir bien también y entonces ahí estamos apoyando no más.  Como tenemos tiempo hay que hacerlo.

Leonor (profesora): La experiencia fue súper motivadora porque participamos varias personas que, sin conocernos, pudimos coordinarnos para trabajar. También hubo una disposición súper buena, entonces uno va aportando. Fue una experiencia muy enriquecedora espiritualmente, a pesar del cansancio igual uno queda motivado. Faltan un poco más de días para nosotros, por el tema de horario, pero ojalá podamos seguir participando.

Denis: Mis impresiones son encontradas, me voy con mucha pena. Siento que prácticamente yo no hice nada, comparando nuestra ayuda con lo poco que tienen las personas afectadas, con cómo están viviendo. Hay gente que no tiene baño, dónde el agua está afuera y tienen que salir. Es triste ver cómo están viviendo los viejitos, los enfermos… para ello eso es normal que tengan acumuladas sus verduras, sus cosas. Me da mucha pena por ellos, falta mucha ayuda.

Manuel: Es triste porque aquí hay mucha indolencia de la gente. De repente uno puede sacrificar un día o tiempo por tratar de ayudar en algo. Siempre he pensado que los incendios son la peor tragedia que puede tener alguien en su vida, generalmente se pierde todo. El estar acá y darte cuenta que detrás de una casa hay una familia… un montón de gente… darte cuenta que algunos se pueden levantar más rápido… darte cuenta que es mucha pega y ese entusiasmo que hubo al principio, cuando estaba lleno acá de voluntarios, ha ido quedando un poco en el olvido. Todo eso te pone un poco triste. Vine por quería ayudar, quería hacerlo hace tiempo.

Susana: Sentí que si vengo siempre a Valparaíso a pasarlo bien, alguna vez tenía que hacer algo por la gente de acá. No todo puede ser paseo y cuando uno está en esto uno tiene que ir a ayudar también, esa es mi motivación. Quedé con ganas de volver porque me impactó muchísimo, sobre todo por la viejita (se refiere a una señora de 90 años, Olga). Me impactó muchísimo, muchísimo. Pese a todo, yo me voy contenta, pero con ganas de volver.

Cristina (ha participado desde el inicio en el voluntariado): Cada vez que vengo trabajo harto, pero si me preguntan si me duele algo respondo que no me duele nada. El corazón se me agranda, entonces me siento súper bien.

Helga: A los voluntarios me gustaría decirles que es valorable su humildad de decir “siento que no he hecho nada”, pero es bueno darnos cuenta que gracias a su aayuda las casas ya están casi terminadas. Para los abuelos, que les hayan dejado la casa forrada es primordial. Entonces debemos valorar el aporte de todos, porque son manos que si no hubiesen venido todo habría quedado cojeando. Así que mil gracias por haber respaldado este llamado.

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