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Hermanas de la Providencia

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Casa Provincial:

+ 56 2 2205 5947 comunicaciones @providenciasp.cl

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Terranova 140, Providencia, Santiago, Chile.

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Lunes a viernes de 9:00 a 13:30 hrs. y de 14:30 a 18:00 hrs.

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Madre Bernarda y la confianza en la Providencia en tiempo de crisis

Por Dr. Fernando Aliaga, historiador.

El tema de la confianza en la Providencia que Madre Bernarda Morin expresa a lo largo de su vida, va a ser el legado carismático que va a dejar a su Congregación; tiene que ver, en primer lugar, con una referencia a lo que han sido los inicios de la Congregación en Montreal y que vamos a destacar tanto en la biografía de Madre Bernarda como después en sus momentos de vida.

El primer momento de su experiencia religiosa, que lo podríamos llamar de autoformación, se relaciona con lo aprendido por Madre Bernarda en su familia, con su mamá que está siempre inculcándole la experiencia religiosa cristiana de los franceses exiliados que se encuentran en Montreal o en Saint-Henri: son migrantes que conservan las tradiciones francesas fuertemente religiosas y eso está reflejado en su vida por la relación que van a tener tanto con el párroco, como con las instituciones religiosas y la práctica de los sacramentos, que va teniendo una fuerte influencia en Madre Bernarda para transmitirle una opción por Cristo, por Jesús, por ese crucifijo que ella va a tener en su cuarto y que en ella es tan fuerte que llega a escuchar su voz. Es un momento muy importante, pues su vocación va a tener la voz de Jesús, como un algo que surge de su interior, en el pequeño bosque que la sumerge en una meditación con la naturaleza y en el murmullo de una sinfonía con que vibra al ritmo del correr del agua transparente del río Etchemin. Esta experiencia la va a llevar a tener una fuerza muy grande, un sentido de confianza en la Providencia.

Al entrar al noviciado se encuentra con Madre Emilia Gamelin y admira en ella esta entrega a los enfermos que incluso pueden contagiarla, es decir, hay un sentido de opción por Cristo en el dolor y en la muerte. Esa opción que hace del carisma fundacional, ella lo toma como una forma con la cual la Providencia se le está manifestando en Madre Emilia, en Monseñor Bourget y en distintas personas, porque sabe que la Providencia se manifiesta en la historia y por eso opta por ser misionera en Oregón o ser misionera en Chile, se acomoda enseguida y contenta asume una Iglesia con las características propias del lugar. Ella acoge en los diversos momentos históricos el llamado que tiene a una vocación que es ser Providencia; ser Providencia en Oregón, ser Providencia en el barco Elena, en el cual venía, y acá en Chile al aceptar los huérfanos y posteriormente, las escuelas y los hospitales.

Ella va a descubrir en la historia un lugar donde Jesús le va exigiendo desarrollar la vocación. Sor Bernarda inculca aquí en Chile lo que Madre Emilia le ha enseñado, que es precisamente el carisma fundacional. Dios llama en la historia a ser Providencia y Madre Emilia muere precisamente por escuchar la voz de Cristo en los que estaban contagiados.

Por último, la gran enseñanza que va a dejar a las religiosas es la precariedad de su Congregación; la precariedad se traduce en un elemento muy importante, que es la Virgen de los Dolores. La Virgen le hablaba en la cruz junto a su hijo muerto, el mismo Cristo que Bernarda ha tenido desde siempre, el Cristo pobre, sufriente. Cristo al que le entregaba ropa en los migrantes de Montreal, Cristo al que le brindaba cobijo en los huérfanos de Santiago, Cristo compartiendo la vida y evangelizando en medio de los mapuches.

Que su ejemplo de confianza en medio de la precariedad nos ayude a nosotros hoy a descubrir a la Providencia actuando en nuestra historia personal y colectiva.


Boletín N.° 32

Esta reflexión forma parte del Boletín N° 32 del Centro Bernarda Morin, el que puedes descargar haciendo click en la imagen.

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