Por Loreto Fernández.
Durante cinco meses la Hermana Sue Orlowski, de la Provincia San Joseph, compartió en nuestra Provincia en una experiencia intercultural.
Días antes de partir comentó que “sintió caminar a Madre Bernarda con ella todo este tiempo”, por lo que se siente profundamente agradecida, sobre todo de su estadía en la Casa de la Providencia de Valparaíso, la que alberga a niñas y adolescentes en riesgo social.
En sus opinión, las dificultades propias de un contexto cultural diferente, particularmente en lo referente al idioma, no opacaron sus aprendizajes durante el proceso, entre los cuales rescata la amistad que mantuvo con Hermanas de la Comunidad Bernarda Morín en Santiago, y con las niñas y jóvenes de la Casa de la Providencia. En ambos casos los lazos estuvieron dados por la comunicación corporal, donde una sonrisa o un abrazo dado de corazón, suplieron la distancia del idioma.
Queremos agradecer el paso de Hermana Sue entre nosotras y desear que su vida siga siendo un fecundo testimonio de la Providencia.