Marzo, 2014.
Con cariño para Director@s y Comunidades Educativas de la Provincia Bernarda Morin:
Con mucha alegría y esperanza quiero saludarles en este inicio del año escolar. Ya han ido caminando y acogiendo a l@s estudiantes que llegan con toda la energía del verano y con ansias de compartir sus experiencias vividas.
Hay nuevo personal que se integra a nuestros colegios; queremos que tod@s se sientan acogid@s y respirando el aire de la Providencia. En ese espíritu, les deseo que el inicio de este nuevo año de trabajo venga cargado de entusiasmo y esperanza. Que el comienzo del año escolar sea una oportunidad de mirar la vida, los acontecimientos y a cada integrante de la Comunidad Educativa con ojos nuevos, para que entreguen lo más lindo que cada un@ tiene a los que le son confiados y para quienes les rodean.
Asumir que todo va cambiando, que está en movimiento y que todos, tanto en lo personal como en los procesos grupales necesitan ir adaptándose, pero sobre todo a estar atentos a lo que Dios les está pidiendo y mostrando, orientando el trabajo de una misión compartida con las Hermanas de la Providencia, lo que significa compartir Carisma y Espiritualidad, roles y responsabilidades, apoyándose, aceptando y valorando las diferencias desde una actitud de acogida, respeto y apertura, en una búsqueda para construir y hacer vida el Proyecto Educativo común, que promueve la vida buena y abundante que nos promete Jesús, no en lo abstracto, sino en las experiencias cotidianas del trabajo compartido en generosidad, bondad y cariño.
Los motivo e impulso a caminar juntos desde nuestra Espiritualidad Providencia, que es una Espiritualidad relacional, de apertura y cuidado hacia otras y otros.
Es el descubrir en la propia vida la presencia amorosa de Dios, que se expresa en que yo mismo, yo misma, soy esa presencia amorosa y cercana para otros, sin excepciones ni prejuicios.
Quiero terminar mi saludo de motivación, con una reflexión a partir de la Festividad de San José, la que se celebra el 19 de marzo, esperando que el querido padre adoptivo de Jesús, pueda ayudarnos en la Misión de educar y formar:
Dios confía a José la Misión de ser custodio y ejerce esta custodia con discreción y humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad total, aún cuando no comprende ciertas realidades.
José es custodio, porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad y precisamente por eso es más sensible y se preocupa de las personas que le han confiado; sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea y sabe tomar las decisiones más sensatas.
Custodiar es tener respeto por todas las creaturas de Dios y por el entorno en que vivimos, es preocuparse por tod@s, por cada un@ con amor.
Custodiar es vivir en la verdad, en la confianza, en el respeto y en el bien.
Para custodiar también tenemos que cuidar de nosotr@s mism@s, porque custodiar quiere decir vigilar nuestros sentimientos, nuestras relaciones, nuestro corazón, porque de ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas, las que construyen y las que destruyen.
Pidiendo a la amorosa Providencia que nos conceda esta gracia, me despido con afecto de cada un@, pidiendo la bendición para ustedes, sus familias y cada un@ de sus estudiantes.
Hermana Ana Teresa Araya M. sp
Superiora Provincial