Estimadas Autoridades Civiles y Eclesiásticas de Limache, representantes de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, Personal del Hogar San Vicente de Paul, Familiares de las Niñas y Niños de esta Obra, Amigas y Amigos que hoy nos acompañan:
Con mucha alegría y esperanza he venido hasta aquí para celebrar con ustedes la inauguración y bendición de esta nueva Sala Cuna del Jardín Infantil “Bernarda Morín”, misma acción que realizáramos a fines del 2013, con la apertura de la Sala Cuna “Niño Dios”, todos proyectos que forman parte del Hogar de niñas y niños San Vicente de Paul.
Al estar presente nuevamente aquí, mi corazón se llena de alegría y de gratitud al Señor, porque siento que la razón de ser de nuestra Congregación en Chile no ha perdido su identidad: Ser Providencia de Dios para todos, con la opción preferencial hacia los niños vulnerados de nuestro tiempo. Ser Providencia de Dios significa hacer sentir desde el corazón, más allá de las palabras, lo que es la ternura del Padre Dios… Él cuida, educa, acompaña y guía a sus hijos con un amor infinito.
Sí, para nosotras es un momento especial, que ratifica nuestro compromiso con la protección de la niñez, misión que como religiosas, nos dejó unidas a Chile hace ya 160 años.
Hacemos memoria, mirando el presente y atentas a los cambios que la historia y los nuevos contextos culturales nos invitan a asumir con creatividad y esperanza, porque sabemos que la voz de Dios se hace presente hoy, en las necesidades de sus hijas e hijos, particularmente de todos aquellos que ven vulnerados sus derechos a la vida buena y abundante que Jesús nos promete en el Evangelio.
Las formas de afrontar las problemáticas han cambiado. Entre otras cosas, hoy se hace necesario un trabajo en red, interdisciplinario, en que cada persona o colectivo, particular, religioso o estatal, aporte desde su singularidad a generar las mejores condiciones de vida para todos.
Por lo mismo, nuestro compromiso como Congregación, en cada una de nuestras obras del Ministerio de Acción Social, es trabajar por mostrar el rostro de Dios Providente, el rostro de Dios que se nos revela en Jesús, quien más allá de los convencionalismos de la época, bendecía a los niños y decía que de ellos es el Reino de los cielos (cf. Lc. 18, 15-17). El mismo Jesús, que ante las disputas por el poder entre quienes le seguían, llamó a los Doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, que sea el último y el servidor de todos, y luego tomó un niño, lo puso en medio de ellos y abrazándolo les dijo: El que recibe en mi nombre a alguno de estos niños, a mí me recibe y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió (Cf. Mc. 9, 33-37).
Hoy nosotras, junto al personal de las obras, queremos hacer vida este mandato y esta experiencia de Jesús, mostrando en el día a día la Providencia, que es el nombre con que expresamos el cuidado amoroso y la ternura de un Dios que siendo Padre, acoge a sus hijas e hijos como la más preocupada y cálida de las madres.
En esta Sala Cuna Bernarda Morín, queremos reflejar el amor hecho servicio, sonrisa acogedora, palabra que alienta, corazón que perdona, ternura que consuela y estimula. Sin duda, todos queremos ver a cada niño feliz, a cada familia unida, a nuestro país buscando juntos caminos de oportunidades para todos.
Los invito a poner en manos del Señor nuestro Dios este nuevo intento de servicio y pedir su bendición para todas las personas que con cariño y dedicación, atenderán a los bebés.
Que la sencillez, la acogida y el diálogo, hagan surgir nueva vida y que Madre Bernarda, nuestra fundadora en Chile, que tanto amó y trabajó por las y los niños chilenos, interceda ante Dios nuestro Padre, por todos nosotros.
Muchas gracias.
Ana Teresa Araya, sp, Superiora Provincial.
21 de enero de 2014
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