Durante el 8.º Encuentro de Equipos Directivos de la Red Educacional Providencia, realizado el 8 de agosto, se vivió un momento muy significativo: un homenaje lleno de gratitud y cariño al Sr. Edgardo Páez Chacana, director del Colegio Sagrados Corazones de La Serena, quien partió a la Casa del Padre en junio pasado. Fue una instancia para honrar su vida, su testimonio y el legado que dejó en la comunidad educativa que tuvo el privilegio de liderar.
En este espacio de memoria y afecto, Hna. Gloria García, administradora del Colegio Santa Rosa, dedicó sentidas palabras en su honor, y María Cecilia Martínez, directora del Colegio La Providencia de Ovalle, compartió con emoción la poesía que presentamos a continuación.
AMIGO HERMANO PEREGRINO
EDGARDO PÁEZ CHACANA (Q.E.P.D.)
Poema oración, dedicado a nuestro querido colega Edgardo Páez Chacana Q.E.P.D., director del Colegio Sagrados Corazones de La Serena.
Por María Cecilia Martínez Salas, directora del Colegio La Providencia de Ovalle.
Desde lo más profundo de nuestro espíritu
Te preguntamos Señor por nuestro hermano,
nuestro amigo peregrino, se fue en viaje.
Impensado vuelo eterno.
Nuestra Red quedó en muda interrogante,
que llegó a Ti Señor en oración y queja resignación.
Luego lo pensamos imposible, si hace tan poco
compartimos su risa franca, amistosa,
en la serena ciudad, recibimos su acogida
y nos despidió prometiendo invitación
para su gran fiesta y eucaristía.
Íbamos juntos,
antiguos profesores peregrinos,
cuando nos sorprendió el llamado rejuvenecedor
de liderar la educación de adolescentes, niñas y niños.
Llamado que con tanto amor providente recibimos.
Reíamos de asombro como niños
cuando en esta casa nos encontramos
por primera vez, nombrados directores,
ya próximos al final del camino.
Tu corazón vibraba cálido, ardiente
por tu enseñanza y por la vida.
Por el designio de La Providencia de Dios
en nuestro destino.
Tu caminabas acompañado del fiel amigo,
desde la juventud ansiosa iban juntos;
Él, artista cantante soñador
Tu matemático y físico científico.
Hermanados siempre en la Pasión
de enseñar y en el humor,
bálsamo curador de heridas de la
seriedad oscura y la dureza de la vida.
No podremos olvidar,
sus anécdotas de traviesos enseñantes
por los pasillos y aulas, de esos
Amados Sagrados Corazones
que vibraban con su caminar,
con la energía amable sin gravedad
conque enseñaban, a estudiantes,
padres y apoderados,
a funcionarios a colegas:
que la excelencia se logra
con sentido de pertenencia.
Querido Edgardo, con tu viaje
que se volvió abrupto y extenso;
la familia, tu colegio, tus amigos, la Red,
todo se rompió,
en profundo dolor
inundado de lágrimas
y felices recuerdos.
Porque nos escribiste
páginas alegres.
Tu voluntad,
querido hermano y colega,
compañero de camino y de sueños,
es que las volvamos a leer y
escribir esas páginas,
en nuestros colegios,
con humanidad fraterna,
con alegría auténtica,
brindando por tu recuerdo.
Educador peregrino:
hoy la Red se vuelve a unir
en la alegría del reencuentro.
Aquí estás y estarás
mientras nosotros estemos,
porque dejaste huella
Educador eterno.
Enseñando amistad escolar: en
Humildad, simplicidad y caridad,
en las páginas de tantos
y tantas generaciones,
en nuestros cuadernos.
Descansa en la bondad
en el amor de Dios, que
te hizo un buen hombre,
Un buen hijo
Un buen esposo
Un buen padre
Un mágico abuelo
Un buen amigo
Un buen compañero
Un buen profesor.
Un buen director,
ahora dirigiendo con la mano de Dios, los sueños de Dios, para tu amado colegio… para tu familia, tu gran amigo Francisco… para tus seres amados. Amén.
Edgardo, feliz gozo en tu tarea celestial, en la Casa del Padre.
Pide por nosotros. Amén.