Por Loreto Fernández, Oficina de la Causa de Beatificación de la Sierva de Dios Bernarda Morin
El 7 de octubre de 2001 el futuro santo, papa Juan Pablo II, proclamó Beata a Emilia Tavernier Gamelin, siendo la primera nativa de Montreal en haber sido elevada por la Iglesia a dicho rango. Fue una gran alegría para todos quienes somos parte de la familia Providencia, pues además de la autorización para ser venerada públicamente a nivel local, la beatificación es un reconocimiento eclesial de la vida ejemplar y la radicalidad evangélica que marcaron la acción social de la fundadora de las Hermanas de la Providencia.
Han pasado veinte años desde este acontecimiento; sin embargo, la fama de santidad de la Beata Emilia la acompañó en vida por todos quienes veían primero en la viuda y luego en la “Hija de la Caridad, sirviente de los pobres”[1] al “Ángel de los encarcelados” o el rostro de la Providencia, como popularmente se conocía a las hermanas lideradas por ella.
Sor Bernarda Morin, fundadora de las Hermanas de la Providencia en Chile, no olvidó nunca el ejemplo de la caritativa fundadora canadiense, quien la había admitido en la naciente Congregación. Por ello, a lo largo de los años hizo patente su cariño a madre Emilia, como quedó plasmado en varios de sus escritos y donde se explayó en sus virtudes. Comparto algunos ejemplos:
“Nuestra muy buena Madre fue la mujer fuerte que con sus esfuerzos adquirió para sí y para sus hijas el campo en que se halla el tesoro oculto de que habla el Evangelio”[2].
“Muy ciertamente somos las hijas de la Madre Gamelin. Le glorificamos, la amamos como nuestra Fundadora y nuestra Madre y deseamos ardientemente su canonización”[3].
“Siempre he notado en nuestra Madre Fundadora una alma excepcionalmente noble por su firmeza en la práctica del bien, su sumisión a la voluntad de Dios, su espíritu de justicia, su constancia en las penas, su amor a Dios, una aplicación sostenida a una alta prudencia en la formación de la comunidad y sus directivas siempre ajustadas a las enseñanzas de la fe y de la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo”[4].
“Vivid siempre, oh Madre muy amada, en cada una de vuestras hijas por vuestro ardiente amor a la Congregación, por vuestra fe viva y práctica, por vuestra confianza en la divina Providencia, por vuestro amor al Santísimo Sacramento, por vuestra devoción a nuestra Señora de Dolores, por vuestra veneración a San Vicente de Paul, por vuestra paciencia en los sufrimientos, vuestra constancia en la oración y vuestra unión con Dios. Vivid, oh Madre venerada, en todo el mundo por la magnitud de vuestras obras, por la santidad de vuestra vida y por las bendiciones de los pobres. Y desde el cielo, donde esperamos gozáis de la recompensa de vuestros sacrificios, sed siempre nuestra buena y tierna Madre”[5].
En octubre también conmemoramos el fallecimiento de la Sierva de Dios Bernarda Morin[6], acaecido hace noventa y dos años. La obra caritativa que ella levantó en Chile es el mejor testimonio de que fue una fiel hija y discípula de la Beata Gamelin y que, como ella, se confió plenamente a la amorosa Providencia y trabajó por entregar amparo y dignidad a quienes lo necesitaban. Su Causa de Beatificación, iniciada hace sesenta y cinco años, sigue abierta y actualmente Madre Bernarda es reconocida por la Iglesia como Sierva de Dios.
Queremos dar gracias por Emilia y Bernarda, mujeres extraordinarias que pasaron por esta vida haciendo el bien y transformando el mundo, haciéndolo un mejor lugar para muchos. Agradecemos su profunda e inspiradora fe, que nos invita a trabajar por el reino de Dios y su justicia, aquí y ahora, desde la humildad, simplicidad y caridad, legado que acogemos con gozo y por el cual decimos: ¡Providencia de Dios, muchas gracias te doy!
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[1] El nombre original de la Congregación era “Hijas de la Caridad sirvientes de los pobres”, pero el pueblo las llamaba “Hermanas de la Providencia”, nombre que fue oficialmente adoptado por las hermanas el 1° de octubre de 1970.
[2] Necrologías, tomo I
[3] Carta a Montreal, 4 de agosto de 1917
[4] Carta a Montreal, 15 de agosto de 1908
[5] Necrologías, tomo I
[6] Madre Bernarda falleció el 4 de octubre de 1929
Este jueves 7 de octubre el equipo de la Oficina de la Causa de Beatificación de la Sierva de Dios Bernarda Morin invita a todos quienes quieran sumarse a un sencillo homenaje en que se quiere dar gracias a Dios por las personas que han estado presentes desde el inicio del proceso de la Causa, en el marco del vigésimo aniversario de la beatificación de Madre Emilia Gamelin, fundadora de las Hermanas de la Providencia, y los 65 años de apertura de la Causa de Madre Bernarda Morin, fundadora de la Congregación en Chile.
La actividad se efectuará el jueves 7 de octubre a las 6:30 pm (hora chilena), vía Zoom.
Para recibir la invitación a la reunión por Zoom, rogamos confirmar su participación registrándose a través del siguiente formulario: FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN.
Será una alegría poder compartir con usted este importante momento de la familia Providencia.
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Hermanas de la Providencia