8 de noviembre de 2014 – Con la presencia de todas las Superioras de Comunidades Locales y el Consejo de la Provincia de nuestra Congregación, el pasado viernes 24 de octubre se realizó una fructífera Asamblea Provincial.
El encuentro se inició temprano con una Eucaristía, que dio paso a un método de trabajo centrado en un proceso de reflexión colectivo, con grupos zonales que se plantearon: ¿Qué nos duele? ¿Qué nos alegra? Y ¿qué nos motiva? Toda la jornada se vivió en un clima de franqueza, mucha hermandad, buena disposición e intensa interacción.
La actividad había sido motivada días antes, por medio de una carta enviada por nuestra Superiora Provincial, Hermana Ana Teresa Araya, donde se recordaba que el Año de la Vida Consagrada se inicia el próximo 29 de noviembre de 2014 y concluirá el 2 de febrero de 2016, Día Mundial de la Vida Consagrada; tiempo que girará en torno a las palabras clave: Evangelio, profecía, esperanza y misión.
El año de la Vida Consagrada tiene como objetivo invitar a “mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y mirar el futuro con esperanza”. En la mencionada misiva, Hermana Ana Teresa preguntaba a las Hermanas: ¿Cómo vamos a acoger esta invitación que nos llama a prestar atención a nuestra vocación específica al interior de la Iglesia, como mujeres consagradas a Jesucristo, al servicio de los pobres, en la Iglesia y para el mundo? A nombre del Consejo invitaba a que cada Comunidad entregara propuestas de cómo vivir este tiempo eclesial.
Hermana Ana Teresa comparte que espera que estas instancias sean un espacio de nutrición espiritual para todas las Hermanas: “Espero que juntas nos animemos a abrir caminos, a encontrarnos y ser felices con nuestra consagración en medio de los desafíos que se nos plantean hoy; a preguntarnos qué es lo realmente importante, acogiendo el día a día desde una fe madurada en la caridad; a tomar en serio las palabras del papa Francisco y no dejarnos robar la esperanza, la gratuidad y el ideal de amor fraterno”.
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