Por Hna. Gladys Flores. Equipo de Educación de la Provincia Bernarda Morin.
“La enseñanza comprende la educación o formación moral y la instrucción o formación intelectual. Penetradas las hermanas de la alta misión que les ha confiado la divina Providencia, se dedicarán con abnegación al estudio práctico de la pedagogía, abrazando por amor de Dios los numerosos y constantes sacrificios que exige, presentándose siempre ante sus alumnas revestidas de las virtudes que deben adornar a las maestras cristianas”.
Madre Bernarda Morin
Creemos que la persona se desarrolla en comunidad, por ello, en la Red Educacional Providencia, se enfatiza el compromiso de propiciar un clima organizacional que valora la dignidad de cada persona y ofrece espacios reales de participación y aprendizaje, para trabajar entre todos en crear Comunidades Participativas de Aprendizaje. Estas se caracterizan por la corresponsabilidad, la innovación y la confianza; sobre la base de relaciones de respeto, acogida, apertura, amistad y consideración, que permiten el despliegue de la capacidad creativa e innovadora de cada uno de sus miembros.
Los ambientes de aprendizaje se instalan entonces como un sistema de interacciones pedagógicas, espacios y tiempos que se vinculan y relacionan coherentemente para generar condiciones que favorecen los aprendizajes. Las interacciones que se establecen allí deben ser cálidas y sensibles a las necesidades e intereses de los niños y niñas, pues eso les permite sentirse aceptados, acogidos y respetados como personas, aspectos fundamentales para el desarrollo de la autonomía e identidad. Esto significa que en la medida que los estudiantes se sientan seguros actuarán con mayor iniciativa en su ambiente, interactuarán con otros y resolverán los problemas que se presenten. Así también, aprenderán a reconocerse y a distinguir sus propias formas de actuar y ser, apreciándose gradualmente como personas y orientándose por los ejes y los valores Providencia (en el gráfico).
La madre Bernarda Morin nos legó una serie de enseñanzas que hoy las podemos poner en práctica en la educación de nuestros alumnos, un ejemplo sencillo y a la vez muy importante es el siguiente: “La enseñanza del silabario es de lo más importante. Si se hace bien, la alumna aprende de una vez a pronunciar claramente las palabras que lee, a comprender su significado, a distinguir los objetos de las cosas, a escribirlas con buena ortografía, lo que le hará tomar gusto por la lectura y podrá más fácilmente continuar los demás estudios”.
Es simple, pero si ponemos atención, es la base sólida de un buen aprendizaje que acompañará a los alumnos durante todos sus estudios.
Imagen cabecera: Estudiantes del Colegio Providencia Linares. Fotografía por Daniel Vásquez. Fundación Educacional Colegio Providencia de Linares. Red Educacional Providencia.
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