Por Karla Meléndez, coordinadora de la Red Educacional Providencia.
La educación que queremos construir en las unidades educativas Providencia se vive en organizaciones conformadas como comunidades que participan de los diferentes espacios de cooperación y colaboración, aprenden de la diversidad de sus miembros y del medio, siendo flexibles, amigables y privilegiando el respeto, la confianza, la disponibilidad, la serenidad, la vivencia de la fe, la solidaridad, el amor y el servicio desinteresado hacia los más necesitados.
Es esencial la promoción de la participación de la comunidad, por lo tanto, nuestros establecimientos forman en este sentido, ya que, si no hay participación, no habrá comunidad. La participación involucra, compromete y responsabiliza.
Al referirnos a Comunidades de Aprendizaje queremos decir que en ellas todos los agentes escolares están en una actitud de aprender. La organización intensifica los aprendizajes colectivos, vinculando todo aprendizaje a la relación de fe y vida, comprendiendo la educación como un acto de amor, siguiendo la pedagogía de Jesús Maestro de modo incondicional.
Gestionar Comunidades Participativas de Aprendizaje en nuestros colegios, requiere estar alerta a los conflictos o tensiones reincidentes, que advierten sobre algo que no está funcionando, señales que muestran dónde se requiere innovación o creación. Los conflictos son el motor del cambio; el desarrollo y la labor de los gestores es identificarlos y canalizar la búsqueda de soluciones, teniendo también una disposición permanente a dar permiso y motivar a buscar, no entregar respuestas, sino ayudar a que los actores busquen las relaciones, comprendan, profundicen y desarrollen proyectos de innovación. Permitir errores y evitar actitudes enjuiciadoras de las personas significa que frente a errores se ayuda a reflexionar y ver cómo se evitarán la próxima vez, se llevan a cabo consecuencias lógicas y se mantiene la aceptación de la persona.
La colaboración entre pares requiere hacer un cambio en la concepción de la enseñanza como una actividad privada a una conceptualización de esta como una actividad pública, sobre la cual se conversa con los colegas y que permite un gran enriquecimiento del aprendizaje. Los establecimientos Educacionales Providencia ofrecen cursos y espacios de reflexión a sus profesores de manera constante, ya que esto forma parte de la cultura del medio educativo. A través de múltiples acciones cotidianas el profesor se ve alentado a cuestionar su práctica y a alimentar su actitud de búsqueda pedagógica, no sólo por la institución formal, sino por el quehacer de los miembros de la organización. Es sólo a través del trabajo colegiado y en equipo que se podrán alcanzar los objetivos de manera efectiva.
La formación de un equipo de trabajo afiatado y avenido no se alcanza espontáneamente. Tener un equipo significa dedicar espacio y tiempo para construir lenguajes comunes, metas y coordinación. Las Comunidades Participativas de Aprendizaje constituyen un espacio para que los docentes de las unidades educativas Providencia, ya sea desde el rol de profesor jefe y/o de profesor de asignatura, puedan analizar y enriquecer su práctica en relación al desarrollo de habilidades y valores de sus estudiantes.
Imagen de cabecera: Por Daniel Vásquez, Colegio Providencia Linares, Fundación Educacional Colegio Providencia de Linares.