23 de junio de 2017 – Este 17 de junio se cumplieron 164 años desde que la Sierva de Dios Madre Bernarda Morin, junto a cuatro de sus hermanas de congregación, arribaron con muchas dificultades al puerto de Valparaíso, en una aventura que se convertiría providencialmente en el punto de partida de enormes bendiciones, tanto para las Hermanas de la Providencia como para nuestro país.
Es por ello que, con una Eucaristía en la capilla del Hospital del Salvador y una posterior convivencia en nuestra Casa Matriz, celebramos felices un año más de este maravilloso suceso, emocionadas por continuar nuestra presencia apostólica en Chile y seguir siendo el rostro de Dios Providente a través de distintos ministerios y obras.
La conmemoración estuvo organizada por el Comité Pro-Beatificación Madre Bernarda Morin, y se invitó a toda la familia providencia: hermanas, alumnas/os y profesoras/es de nuestros colegios, asociadas/os providencia, personal de nuestras obras, y amigas y amigos ligadas/os a nuestra Congregación.
Presidió la Eucaristía el padre Jorge Arancibia, vicario foráneo de Limarí, párroco en Monte Patria y profesor de religión del Colegio Providencia de Ovalle, junto a los sacerdotes: Juan Carlos Godoy, capellán del Colegio Providencia de Ovalle; José Agustín Tapia, párroco de Santos Ángeles Custodios; Maximiliano Parra, capellán del Colegio Santa Clara de La Cisterna; y Cristian Reyes, quien trabaja apoyando el área pastoral en nuestro Colegio Carmela Larraín de Infante de Maipú.
A las Comunidades Educativas se les invitó a tomar un lugar especial en la ceremonia, por lo que durante la Eucaristía se pudieron ver portando sus estandartes a alumnos y alumnas de algunos establecimientos de nuestra Congregación: Colegio Providencia de La Serena, Colegio Sagrados Corazones de La Serena, Colegio Providencia de Ovalle, Colegio de la Providencia Carmela Larraín de Infante, Liceo Santa Teresita, Colegio Santa Rosa, Escuela San José, Colegio Providencia de Linares y Colegio Santa Clara.
Guío la eucaristía el señor Adrián Varas, profesor de historia y geografía del Colegio Providencia de Ovalle. En tanto, el coro del Colegio de la Providencia Carmela Larraín de Infante se hizo presente con sus instrumentos y voces, acompañando musicalmente esta celebración, dándole un ambiente muy emotivo y cálido.
Diversos símbolos se presentaron en esta liturgia eucaristíca: un cirio, que representó la luz de Cristo; una imagen de la “P” de Providencia, logo que nos une como familia; un libro que representó la historia de nuestra Congregación; un barco que simbolizó la travesía del viaje de nuestras hermanas a Chile; y por último, pan y vino, que representó el esfuerzo y trabajo del ser humano. Luego se nos invitó a ser parte de la mesa en la comunión.
Celebrando en familia
Con posterioridad a la Eucaristía, se invitó a todas las personas que participamos en esta celebración a dirigirnos al Salón Providencia de nuestra Casa Matriz, donde nos esperaba una alegre convivencia con un rico chocolate caliente, instancia que fue animada por el coro y banda del Colegio Providencia de Ovalle.
Durante la tarde, las hermanas continuamos festejando en un ambiente de fraternidad con una tradicional mateada en nuestra Comunidad Bernarda Morin.
Agradecemos enormemente al Comité Pro-Beatificación y a todos los participantes por esta bella y familiar celebración, felices de poder conmemorar un nuevo año en que seguimos viviendo las tres virtudes de nuestro Carisma Congregacional: Humildad, Simplicidad y Caridad. Sólo nos queda decir:
¡Providencia de Dios, muchas gracias te doy!
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