En un cálido clima de hermandad, sencillez y alegría, más de 70 Asociados/as de la Provincia Bernarda Morin (AP) se reunieron en nuestra Casa Matriz, entre el 14 y el 17 de enero, para llevar a cabo una vez más su Congreso Anual.
Bajo el lema: “Asociados Providencia llamados a la misericordia del Padre”, las/os AP y las Hermanas asistentes reflexionaron en las temáticas de: “Perdón y misericordia”, guiada por el Pbro. Jorge Arancibia; “Vocación de ser humano”, entregada por Braulio Jeldres, del Centro de Espiritualidad Providencia (CEP); y “Salir a la periferia con la mirada de la Fundadora”, a cargo de Hna. Claudia Vargas, también del CEP.
En la ocasión se compartieron momentos de oración profunda y actividades de esparcimiento, donde se derrochó creatividad y simpatía. Además quedó constituido oficialmente el equipo de formación de los/as AP, con la participación de Nelly García de la Comunidad de Ovalle, Juan Rodríguez de Vicuña y encabezado por Hermana Herna Astorga.
Les compartimos algunos testimonios del encuentro:
Queremos agradecer a Dios Padre Providente y a las Hermanas de la Providencia por esta gran oportunidad que hemos tenido para reflexionar sobre el Carisma. Esta es una instancia que nos ha servido para crecer espiritualmente y enfrentar de mejor manera el día a día para resolver los conflictos que se presentan en nuestras vidas.
Hemos analizado a nuestra comunidad de Asociados/as Providencia de Linares y nuestra debilidad es la falta de compromiso porque a veces postergamos las necesidades de nuestra comunidad en beneficio propio. Solo nos queda decir que han sido momentos de profunda reflexión y compartir que llevaremos a nuestra comunidad para poner en práctica en nuestro quehacer diario.
A los organizadores queremos agradecer su acogida y preocupación por todos/as los/as Asociados/as que han asistido a este maravilloso encuentro y en especial a madre Liliana Contador y comunidad religiosa. Infinitas gracias.
AP de Linares.
Puedo dar testimonio de que esta asamblea resultó ser una reconversión para mí y reencontrarme con los inicios de mi fe y de cómo me di cuenta que el Señor me llamó a servir en esta comunidad. Además sentir que debo difundir estos sentimientos a los que me rodean.
Odette Sáez Toledo, comunidad Ñelol-Temuco.
Este encuentro me ha dejado que los/as Asociados/as somos fuente de luz, esperanza y que llevamos en nuestro corazón la luz de Cristo. El ser Asociada es vivir el Carisma llevado a obras concretas. La luz de Cristo permanece viva siempre.
Doris Llopis, Santa Rosa.
Esta jornada ha sido extensa pero reconfortante, ya que los temas fueron actuales. El tema del padre Jorge Arancibia fue muy valórico, de crecimiento y la misa tan necesaria para sanar heridas. El tema de Braulio Jeldres, fácil de entender y motivando a ser mejores. La hermana Claudia Vargas nos habló desde la emoción de ser providente, que en estos tiempos es tan complicado. De verdad me voy plena, con la convicción de un crecimiento espiritual para compartir en mi parroquia. ¡Gracias y bendiciones al comité por enseñarnos a ser mejores!
AP de Vicuña.
El lunes 18 se emprendió el recorrido de las obras del Ministerio Acción Social en Limache y Valparaíso; visitando estas comunidades. Al recorrer estas obras, sentimos fuerte la presencia del espíritu de Madre Bernarda Morin, sierva de Dios, lo que nos hizo tener un gran respeto por su entrega misionera y gran amor por los más necesitados, ya que desde ese tiempo había tanta necesidad en Chile. Con qué amor Madre Bernarda trabajó para hacer tantas obras, las que actualmente siguen funcionando con mucho amor, entrega, fe y esfuerzo.
Sentimos que Madre Bernarda sigue presente en la protección de los niños, ancianas, comedores y jardines infantiles. Su espiritualidad generosa y misionera aún está presente. Nos inspira como Asociadas Providencia a seguir trabajando como ella lo hizo.
El ir conociendo cada una de las obras de la Providencia, Limache con sus niños, Valparaíso con sus ancianas, Santiago, en el Hogar San José y la Residencia Nuestra Señora de Dolores, con todas sus historias, nos emocionó. Sentimos en nuestro corazón que brotaba más amor. Porque Madre Bernarda se entregó y luchó por cada una de ellas y nos dejó el legado de servir al más pobre. Hay mucho amor en cada misión visitada, mucha entrega. Madre Bernarda nos enseña en su obra que no hay imposibles para luchar por los demás sino entrega y amor.
Agradecemos la oportunidad de conocer y empaparnos de las obras de la Providencia. Agradecer la acogida de las religiosas y por ayudarnos a crecer más en el amor a Dios Providencia y a nuestra señora de Dolores.
Nancy Cerda Abdala, Sonia Hun Olivares, Minerva Araya,
Asociados Providencia Tocopilla.
Participar de los encuentros del movimiento de Asociados Providencia siempre es muy enriquecedor, terminamos con nuevos aprendizajes, nuevas motivaciones para comenzar un año de trabajo. Sin embargo, para mí este encuentro fue incluso más especial ya que recibí la invitación por parte de mi tía (Hna. Herna) para visitar Limache junto a las Asociadas de Tocopilla; sin dudarlo acepté y lo vivido en adelante es lo más gratificante que me tocó vivir.
Al llegar a Limache tuve el reencuentro con madre Hortensia y madre Amelia con quienes compartí mientras ellas cumplían misión en La Serena. Durante el recorrido por la casa, al llegar a la sala cuna “Niño Dios”, estaban dos pequeños y una pequeña en sus primeros pasos. Cómo olvidar sus caritas, primero de curiosidad por no entender quiénes son estas personas, y luego de alegría, buscando la forma de hacer sus gracias para que se las aplaudiéramos. En una salita estaban dos bebés tan pequeñitos. La que más me impresionó fue la pequeña Mía: yo la encontré pequeña y la tía que la cuida me dice “esta grande” y nos muestra una muñeca que estaba al lado de ella y nos dice que esa muñequita era como ella, que así llegó pero había crecido bastante. Me llegó al corazón verla dormir. Después fuimos a ver a los niñitos del jardín. Estaban saliendo y uno viene y se lanza a los brazos de la Madre con mucha alegría en sus ojitos en busca de amor. Me quedó muy marcado que ellos reconocen cuánto amor y dedicación les entregan las Madres de la Providencia.
Ese día viajamos a Valparaíso a visitar otra de las obras de las Hermanas, el Hogar de Ancianas, un hogar muy agradable pensado en todas las comodidades para que las abuelitas se sientan bien. En la mañana comenzamos a visitar a las abuelitas, cada una con una historia pero muy felices de vivir allí. Después de pasar por estas dos obras me quedó dando vueltas por qué cuando hacemos la primera reunión de planificación comenzamos a pensar en donde trabajar, con quienes compartir, y por qué no tenemos como primera opción con cuál de nuestras obras vamos a aprender.
También visitamos el Hogar de Ancianas San José, en Santiago. Todo muy gratificante. La Providencia de Dios siempre vela por sus hijos e hijas.
Claudia Astorga Pasten, Asociada Providencia,
Colegio Providencia La Serena.