+ 56 2 2205 5947, de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 horas.

Terranova 140, Providencia, Santiago, Chile.

Casa Provincial:

+ 56 2 2205 5947 comunicaciones @providenciasp.cl

Casa Provincial:

Terranova 140, Providencia, Santiago, Chile.

Casa Provincial:

Lunes a viernes de 9:00 a 13:30 hrs. y de 14:30 a 17:00 hrs.

Justa gratitud y reconocimiento del estado de Chile a nuestra Sierva de Dios Bernarda Morin

Por María Cecilia Martínez Salas, Asociada Providencia y directora del Colegio La Providencia de Ovalle. Colaboración coordinada por la Oficina de la Causa de Beatificación de Madre Bernarda Morin.


Hoy, 27 de junio, unimos nuestros corazones para celebrar y conmemorar el día en que Chile, como nación, hace el mayor reconocimiento que puede hacer a uno de sus más ilustres ciudadanos y ciudadanas, que han contribuido al desarrollo, al progreso de la patria, al bienestar de su gente y a hacer del nuestro un mejor país.

El día 27 de junio de 1925, mediante un decreto firmado por el entonces presidente de la República, don Arturo Alessandri Palma, y el Ministro de Relaciones Exteriores, don Jorge Matte Gormaz, se concede el honor de gratitud merecida a nuestra Sierva de Dios, Bernarda Morin Rouleau, mediante un  documento oficial, que declara a la letra: “El Presidente de la República de Chile confiere la Condecoración al mérito de primera clase a la Reverenda Madre Bernarda Morin, fundadora de la Congregación de la Providencia en Chile. Por lo tanto, ha venido en expedirle el presente diploma, signado de su mano, timbrado con el sello de Gobierno y refrendado por el Ministro de Estado, en el Departamento de Relaciones Exteriores. Santiago de Chile a veintisiete días del mes de junio de 1925. Arturo Alessandri, Presidente de la República. Jorge Matte, Ministro de Relaciones Exteriores”.

Nuestra Madre Bernarda, con 92 años, afectada ya por una delicada enfermedad, se encuentra en la enfermería de la Casa Madre cuando recibe al ministro de Relaciones exteriores, que llega a visitarla hasta la sala de la comunidad. La Sierva de Dios, en su humildad y sencillez de siempre, recibe como una hija obediente este acto de reconocimiento que, en su incesante labor y entrega de amor genuino, jamás buscó para ella ni para sus hijas a quienes formó en estricta humildad, sencillez y caridad.

Ese día fue una jornada especial para la Casa. Se tocó la campana, para que todas llegaran a acompañarla y ser parte de ese memorable momento. El Ministro coloca la insignia de la Gran Cruz al Mérito de Primera Clase, por los servicios prestados a la Patria, y hace entrega de un diploma acompañado de una carta, en la que expresa: “Tengo el agrado de remitir a Ud., adjunto con mis parabienes, el diploma y la insignia de la condecoración “Al Mérito” de 1ª clase que se ha otorgado a Ud. por decreto reciente. El Gobierno ha querido exteriorizar en tal forma el alto aprecio que le merece la larga y ejemplar labor que Ud. ha desarrollado en Chile en servicio de la infancia abandonada y de diversas y meritorias obras benéficas. Dios guarde a Ud. – Jorge Matte”.  

¿Por qué esta fecha es tan importante? Porque es el feliz broche de oro al extenso libro de crónicas de la gran obra moral, ética, social y espiritual de Madre Bernarda en Chile. Bendito seas Dios Padre Providente que la trajiste a Chile y se la designaste como segunda patria.

Luego de este acto honorífico, en febrero de 1926, se inicia el Octavo Capítulo General de la Congregación en Chile. Madre Bernarda, con su salud quebrantada, deja de ser la Superiora General. Las hermanas entienden que ya no es posible para ella continuar y eligen a la hermana Virginia Schmidt y un nuevo Consejo General. Madre Bernarda con sus hermanas han entregado para Chile a esa fecha una congregación religiosa con 153 hermanas profesas y cinco novicias, además de 20 casas que eran hogares, escuelas y colegios, desde Antofagasta a Temuco, pues no concebían dar a los niños y niñas hogar sin educación, es decir, sin una formación espiritual, moral y de oficio, para salir a enfrentar la vida.

Este 27 de junio celebramos la gratitud y el amor de Chile hacia nuestra Sierva de Dios. No exageramos si decimos que somos miles de chilenos que la conocemos en su humilde figura y paso, con los que construyó una gran obra, ya estudiada por varios historiadores. Madre Bernarda tuvo una gran disposición a trabajar no sólo por la beneficencia, el altruismo y la filantropía, sino silenciosamente, gestionando desde el Estado y desde los particulares con poder, cambios sociales en favor de los más desposeídos, especialmente la infancia. Ejemplos son el cambio del sistema de “nodrizas” para los bebés abandonados, la incorporación de la atención médica para los niños desamparados y asilados, con médicos voluntarios, profesores de la Universidad de Chile, que iniciaron la especialidad de la Pediatría en nuestro país con motivo de su trabajo voluntario con los niños de Madre Bernarda; además de las casas para viudas pobres y para mujeres de la calle abusadas y enfermas. Vemos que su corazón siempre fue un hogar abierto al abandonado, al sufriente, al indigente.

Fue también valiente ciudadana. Pudo hacer cambios porque su diplomacia suave, inteligente y firme, junto a su oración perseverante y confiada en la voluntad de la Divina Providencia, supo abrir espacios de gobierno del Estado y de gobierno de la Iglesia, para conseguir beneficios necesarios en bien de los que sufren.

Chile vivió una guerra con Perú y Bolivia en 1879 y una guerra civil en 1891, además de una revuelta política en La Serena, en Andacollo. Por esto, en Santiago, en Valparaíso y en la Casa de Andacollo, abrió sus hogares para recibir heridos y también el gobierno le pidió administrar los hospitales de sangre, en que ella recibía y atendía a los heridos de uno y otro bando con devoción.

El legado de Madre Bernarda, Sierva de Dios, es un desafío que se vuelve imperativo en el Chile de hoy para quienes trabajamos en las obras de las Fundaciones Providencia, especialmente en la educación, donde hemos heredado la misión de cuidar y formar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en nuestros jardines, escuelas y colegios. Seguir los pasos de Madre Bernarda no es fácil, sobre todo cuando la sociedad altamente competitiva nos exige estándares de calidad y cuando la inclusión nos convoca a amar, a recuperar y a considerar a quienes están al margen y cuyas capacidades cognitivas y/o sociales no calzan con aquellas con las que se mide la “calidad”. Esa “calidad” que hoy parece importar, aquella que sólo es capaz de competir para ganar; en esta época en que flagelos tan graves como la droga y el delito han marginado a tantos niños y niñas a una vida degradada, a quienes Madre Bernarda haría hasta lo imposible por salvar.

Tenemos tarea, abrir el cielo para todos y todas con la intercesión permanente de nuestra amada Sierva de Dios.

Con emoción, hoy se me ha concedido el precioso privilegio de escribir estas palabras de conmemoración. En este tiempo, en esta fecha, donde damos GRACIAS DESDE LA PATRIA a Madre Bernarda, quien es para nosotros nuestra amada Madre y que lo fue en propiedad para los niños más abandonados de Chile. Quien también fue declarada Sierva de Dios por la Iglesia, por sus méritos y por voluntad del Padre Providente, que ha abierto el camino para tenerla sirviendo en el cielo como intercesora y ojalá pronto en los altares, junto a su primera maestra, nuestra Beata Emilia Gamelin.

FELIZ Y BENDECIDO DÍA, MADRE BERNARDA. FELIZ DÍA QUERIDAS HERMANAS DE LA PROVIDENCIA. FELIZ DÍA FAMILIA PROVIDENCIA.

Damos gracias al historiador don Fernando Aliaga (QEPD) por su estudio de la vida de Madre Bernarda y por ser autor de un libro que tituló: “La Entrega Sin Retorno”. Sin embargo, hoy, 27 de junio de 2025, podemos decir que sí hubo retorno, porque hoy Madre Bernarda volvió con todas sus hermanas a casa en Montreal, cumpliendo su sueño de la unidad y el sueño de Dios, abriendo la nueva vida con una oleada de esperanza. Ella, desde siempre, pensó, soñó y preparó el camino. Nuevamente, Madre Emilia le abre la puerta y le dice: Te llamarás Bernarda.

Con cariño y gratitud,

María Cecilia Martínez Salas
Asociada Providencia
Directora Colegio La Providencia de Ovalle


 
Top
es_ESSpanish