Con la presencia de hermanas de distintas comunidades de la Provincia Bernarda Morin, despedimos el 15 de agosto en una misa funeral a nuestra querida Hna. Gooldye Fuentealba Ramos, llamada a Dios el 13 de agosto de 2024, a la edad de 92 años, luego de 75 años como fiel Hermana de la Providencia.
En el Día de la Vida Consagrada y solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, familiares y cercanos a Hna. Gooldye llegaron también hasta la capilla de la Comunidad Bernarda Morin, donde junto a las hermanas agradecieron a Dios Padre Providente por la vida de profundo compromiso y servicio de la hermana.
Presidió la Eucaristía el padre Jorge Manríquez C.M., capellán de la comunidad, acompañado en el altar por el sacerdote franciscano Juan Rovegno.
Los restos mortales de nuestra hermana fueron trasladados posteriormente al mausoleo de las Hermanas de la Providencia en el Cementerio Católico de Santiago, en la comuna de Recoleta.
La Provincia Bernarda Morin agradece las muestras de cariño y cercanía recibidas por la partida de Hna. Gooldye, quien con su testimonio nos impulsa cada día a seguir amando y sirviendo a Jesús.
Compartimos a continuación la necrología de la hermana, leída durante la Misa funeral por Hna. Mariana Peña, consejera secretaria provincial:
NECROLOGÍA DE HERMANA
GOOLDYE HAYDEE FUENTEALBA RAMOS (350)
«Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza» Salmos 91,2
Hermana Gooldye nació el 30 de marzo de 1932 en Traiguén. Hizo su ingreso a la Congregación el 22 de marzo de 1949. Profesó el 15 de abril de 1951 y emitió sus votos perpetuos el 23 de marzo de 1956.
Falleció en la Comunidad Bernarda Morin, a los 92 años de edad y 75 años de vida religiosa.
En su larga vida, hermana Gooldye, quien fuera docente de profesión, se dedicó principalmente a la enseñanza, la catequesis y la pastoral, tanto en colegios como en parroquias. Por años fue acompañante de Asociados Providencia en las obras donde fue destinada. Se dedicaba a ellos con diligente responsabilidad, ya que valoraba inmensamente el servicio, compromiso y tiempo que destinaban a sus reuniones y actividades.
Estuvo presente en: la Escuela Santa Teresita de Santiago entre 1951 y 1960; la comunidad Providencia de la Población Las Granjas en la década de los 60’; Antofagasta, Vicuña, Parral, Casa Local y los Colegios: Santa Rosa, Providencia de Temuco, La Providencia de Ovalle, Providencia de Concepción, Sagrados Corazones de La Serena, Santa Teresita de Llolleo, Santa Clara, Providencia de Linares, Carmela Larraín de Maipú y su último destino en la Residencia Nuestra Señora de Dolores, donde estuvo misionando hasta el pasado 2 de julio.
Madre Gooldye era una mujer de carácter, clara en sus ideas, una religiosa comprometida con su vocación y con su trabajo. En su misión en la Residencia, hasta el último visitaba a los residentes, rezaba con ellos, les daba la bendición, se preocupaba de que se alimentaran bien, con un cuidado atento y compasivo, dispuesta a escuchar y a acompañar a quien lo necesitara. Su testimonio de vida destacó también por su profunda piedad, siempre se le veía rezando el rosario y los viernes la corona a nuestra Señora de Dolores. Participaba en el máximo de reuniones, jornadas, charlas y retiros. Se leía los documentos y estaba siempre atenta a todo lo que la Iglesia y la Congregación iba señalando, de esta manera es innegable su amor a la Iglesia y a la Congregación, donde se entregó por completo al Señor, a quien sirvió fielmente como Hermana de la Providencia hasta el fin de sus días.
Madre Gooldye, esta vez, llegó a esta casa por temas de salud, pero con una actitud diferente, ya no quería exámenes ni tratamientos, solo el cuidado necesario para preparar su encuentro con su amado. Ella me lo dijo y sé que también a otras hermanas les dijo: “estoy abandonada a la voluntad de Dios”
Querida madre Gooldye,
DESCANSA EN PAZ Y ORA POR NOSOTRAS
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