Por Centro de Espiritualidad, Hermanas de la Providencia.
Se habla mucho y de diversas formas sobre lo que es la familia, su valor en la sociedad y quienes la componen. Te invitamos a que tú mism@, sol@ o con otr@s, reflexiones al respecto:
- ¿Quiénes conforman la familia?
- ¿Qué valor tiene?
- ¿Quiénes la componen?
Sin duda que la familia es un espacio vital en la vida de las personas y por lo mismo, se ha dicho mucho al respecto. Te invitamos a leer las siguientes frases y luego reflexionar en alguna que te haya llamado la atención:
- «Familia es cuando amas a alguien hasta la muerte y harías cualquier cosa por ellos, confías en ellos y cuidas de ellos. Y a cambio, ellos hacen lo mismo. Es el tipo de vínculo que los mantiene unidos”. T. Bianco.
- «Tener un lugar para ir – es un hogar. Tener alguien a quien amar – es una familia. Tener ambas – es una bendición». Donna Hedges.
- «Llámalo clan, llámalo red, llámalo tribu, llámalo familia: como quiera que lo llames, quienquiera que seas, necesitas una”. Jane Howard.
- «Yo sé por qué las familias han sido creadas con imperfecciones. Te humanizan. Están hechas para que te olvidas de ti mismo de vez en cuando, para que el hermoso equilibrio de la vida no se destruya». Anais Nin.
- «Al final del día, una familia que ama debe encontrar que todo es perdonable». Mark V. Olsen y Will Sheffer.
- «En todas las maneras concebibles, la familia es un vínculo con nuestro pasado y nuestro puente hacia el futuro». Alex Haley.
- «Cuando miras tu vida, las mayores felicidades son las felicidades familiares.» Joyce Brothers.
La familia también es una preocupación para las Iglesias, de hecho, tenemos la Familia de Nazareth, Jesús, María y José, como ejemplo de un vínculo incondicional de amor, nutrido en la entrega y fidelidad a Dios.
Te entregamos algunos pensamientos del Papa Francisco, quien también nos llama a fortificar esta experiencia humana riquísima, que nos configura como personas y nos habilita para vivir en todos los otros espacios sociales y comunitarios de la existencia:
- “Aquello que pesa más de todas las cosas es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser recibidos. Pesan ciertos silencios. A veces, también en familia, entre marido y mujer, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el esfuerzo se hace más pesado, intolerable» Encuentro de Familias en Roma en octubre del 2013.
- «Hay tres palabras mágicas: ‘Permiso’ para no ser invasivo en la vida del cónyuge. ‘Gracias’, agradecer lo que el otro hizo por mí, la belleza del decir gracias. Y la otra, ‘perdón’, que a veces es más difícil, pero es necesario decirla». Audiencia General en la Plaza San Pedro, el miércoles 2 de abril.
- «Si el amor es una relación, se construye como una casa. No querrán construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer como se construye una casa: que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza». Palabras a los novios que se reunieron en la Plaza San Pedro en San Valentín.
- «Cuando nos preocupamos por nuestras familias y sus necesidades, cuando entendemos sus problemas y esperanzas, (…) cuando sostienen la familia, sus esfuerzos repercuten no sólo en beneficio de la Iglesia; también ayudan a la entera sociedad». Discurso dirigido a los obispos de Sri Lanka, el 5 de mayo del 2014.
- «La verdadera alegría viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida». Misa de clausura del Encuentro de Familias, en Roma.
Oración por las Familias
Bendito seas Señor,
porque en tu Amor nos reuniste
para formar nuestra familia.
Te damos gracias por vivir juntos.
Te pedimos que protejas
y conserves nuestro hogar.
Que sus puertas estén siempre abiertas
para los que quieran entrar en él
y compartir nuestra alegría y amistad.
Enséñanos a aceptarnos como somos,
con nuestras cualidades y defectos;
a presentarte nuestros planes y sueños;
a pedir tu ayuda;
a ofrecerte nuestras alegrías y nuestras penas;
a recomenzar después de cada caída.
Te pedimos que como miembros de tu Iglesia,
sepamos llevar tu mensaje de amor
a todos los que nos rodean.
Que tu amor nos conserve siempre unidos
y en paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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Crédito de la imagen: Eloise Phipps/CIMMYT.