Por Hermanas de la Providencia.
El pasado 24 de marzo se conmemoró un año de la solemne canonización de Monseñor Óscar Romero, quien fuese asesinado el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba la Eucaristía, en la capilla del hospital de La Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador. Un disparo hecho por un francotirador desde un auto con capota de color rojo, impactó en su corazón momentos antes de la Sagrada Consagración. Tenía 62 años.
Su cercanía y sencillez, la defensa acérrima de los empobrecidos y perseguidos y su lucha por la paz y la justicia trasformaron su martirio en un ejemplo para todos/as quienes creemos que Dios camina junto a su pueblo y quiere vida buena y abundante para todas/os. Para todos/as quienes consideramos que en Jesús, Dios verdaderamente se ha hecho carne y nuestro bautizo supone un imperativo ético de compromiso con el Evangelio.
San Romero de América, ruega por nosotros/as.
“Una iglesia que no provoca crisis, un Evangelio que no inquieta, una palabra de Dios que no levanta roncha como decimos vulgarmente, una palabra de Dios que no toca el pecado concreto de la sociedad en que está anunciándose, ¿qué Evangelio es ése?”
San Óscar Romero
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Fuente imagen: Mural con la imagen de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, ubicado en el Edificio Histórico de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. Giobanny Ascencio y Raul Lemus- Grupo Cinteupiltzin CENAR El Salvador. 1991. GFDL (503)2208-3062. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported.
