6 de septiembre de 2013 – El domingo 25 de agosto se celebró una misa en conmemoración de la llegada de las primeras Hermanas de la Providencia a Comodoro Rivadavia, Argentina, en 1963, para ejercer de enfermeras. La celebración fue realizada en la capilla Don Bosco, del barrio Máximo Abásolo, donde actualmente se desempeña una Hermana de la Providencia proveniente de Chile. La misa estuvo presidida por el obispo y contó con la presencia del párroco Gustavo, la comunidad Don Bosco, las hermanas de las congregaciones de María Inmaculada, de María Auxiliadora y de Divino Espíritu.
En la ocasión estuvieron presentes las hermanas Ana Teresa Araya y Nancy Arévalo, quienes llevaron un saludo de parte del Consejo y del resto de la Provincia, además de obsequiar un sagrario. Las acompañó hermana Ema Maureira, quien en el pasado trabajara con tesón en dicha misión, donde las personas aún la recuerdan con cariño. A su vez, las hermanas recibieron una cálida acogida de las personas de la comunidad, particularmente de las y los Asociados Providencia, quienes entregaron un obsequio para la Casa Provincial con la siguiente dedicatoria: “Este presente es para las Hermanas de la Providencia en recordatorio por los 50 años de la fundación de la misión en esta ciudad… Un pequeño pero significativo presente, signo de esta pujante ciudad que tanto agradece vuestra misión. ¡Gracias por tanta entrega!”.
La Hermana Ana María Montenegro, de Antofagasta, trabaja en la capilla Don Bosco desde el año 2010, y pertenece a la misma congregación que hace 50 años llegó a la zona para prestar servicios de ayuda sanitaria en los nuevos hospitales y también para el trabajo pastoral propio de la iglesia católica. Ana María recuerda las palabras de Don Bosco para hablar de la providencia: “es necesario que nosotros hagamos todo el esfuerzo posible, no se espere la ayuda de la Divina Providencia estando nosotros sin hacer nada. Ella se moverá cuando haya visto nuestros esfuerzos generosos por su amor”.
Asimismo agradece especialmente a las y los Asociados Providencia. “En nuestras queridas fundadoras de nuestra Congregación, Madres Emilia y Bernarda, se alzan las figuras de dos mujeres que caminaron como apóstoles de Dios, haciendo del servicio al necesitado una opción de espiritualidad”, expresó además.
En un principio las Hermanas de la Providencia prestaron servicios de enfermería en diversos establecimientos de salud de Comodoro y Caleta Olivia, pero según cambian las necesidades también se modifica su tarea, y actualmente las hermanas se dedican a la catequesis, la animación litúrgica, la atención de Cáritas diocesana y otras tareas religiosas y sociales que se llevan a cabo en las capillas.
Fuente: www.diariocronica.com.ar
